Powered By Blogger

lunes, 16 de enero de 2012

DE VALIENTES


Eran sólo 16 años, la maleta  llena de sueños y el corazón crédulo, el puerto de llegada: un país grande, con millones de personas por conocer y la incertidumbre de lo que vendría. Atrás se quedaba la seguridad, la ayuda pronta de su madre y de todas las otras madres que siempre tuvo.

Para seguir creciendo siempre es necesario incomodarse y el crecimiento es proporcional al grado de incomodidad que se busque,  lo entendió porque la vida le fue siempre llena de afecto, pero nunca cómoda, vio siempre que todo se consigue con esfuerzo y ese es el ejemplo que siguió. La meta trazada no es fácil, una cultura, una universidad, kms de distancia, sistemas institucionales, rencores viejos y corazones mezquinos, sin embargo no han sido suficientes los huecos del camino para quebrar la voluntad del valiente y la alegría del comité de aplausos que sigue intacto, gritando y vitoreando, ensanchado con quienes, viendo la titánica lucha, se han sentido conmovidos por su valor.

Es admirable, salir del nido para ir a volar por selvas inhóspitas, mientras  a muchas personas hay que empujarles para que se atrevan, su madre valiente ha llorado para que se quede, porque ha visto los raspones en la piel. La piel se curte y se fortalece como el alma, con la experiencia, y se cura con la voluntad y a él le sobran, pero que no crea que su valor es una cualidad que tiene porque sí, es el ejemplo que aprendió día a día. Es una historia llena de despedidas y de re-encuentros, en una dinámica impuesta por las necesidades y los retos, por las responsabilidades y los amores, por los sueños y las luchas. También es verdad que está llena de brazos amigos, manos tendidas, abrazos y besos, que llegaron por montón.

Se crece en razón de las pérdidas, aunque duelan en el alma, la vida comprueba que cuando se pierde algo o a alguien aparecen personas y situaciones que antes no se veían,  pero con una actitud de vencedores es posible ver todo lo que deja en evidencia el “vacío” que queda, es como cuando  se quita un objeto que ocupa el frente, entonces se puede  ver el fondo.

Es de valientes poder ver más allá cuando las certezas ya no están, levantar la mirada y aprovechar lo hallado y construir lo demás, es el secreto de los valientes de esta historia.